Libertad de expresión

Muy bien. Entonces, la libertad de expresión es poder decir lo que quieras, cuando quieras, RESPETANDO EL RESTO DE DERECHOS de los demás, recogidos en la Constitución.

Vale. Opinar sin hacer daño a nadie. Parece fácil.
Pues bien, desde hace mucho soy consciente de que hay ciertos temas "en los que es mejor no meterse".
Algo así como pequeños tabúes que es mejor ignorar, por miedo a represalias.
Esto es obvio. Cualquiera que lleve en las redes sociales más de 3 días sabe que en cualquier momento puede saltar la chispa.
Te puedes ver envuelto en un acoso sistemático por grupos concretos que te atacan por EJERCER TU LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Precisamente esos grupos suelen ser los primeros que enarbolan la bandera de las libertades. Pero sólo de las propias.
Son ese tipo de gente que sólo tiene derechos, pero no les suena que también tienen obligaciones.
La contraposición a poder ejercer tu derecho a la libertad de expresión tranquilo es la obligación de respetar ese ejercicio por parte de otros.
Precisamente esa pluralidad de opiniones, ese "no estar de acuerdo", constituye la semilla de este derecho fundamental.
Esto no va porque yo considere que he descubierto la pólvora al detectar este fenómeno de censura, sino porque veo que, poco a poco, esos temas tabú cada vez son más numerosos.
Estamos empezando a no poder opinar de nada.
No se puede criticar al gobierno, no se puede disentir con la ideología de género, no se debe alabar (ni criticar) a un largo etcétera.
Animalismo, feminismo, COVID, las vacunas, comunismo, totalitarismo o cualquier tipo de -ismo y MIL COSAS MÁS son temas que dan paso a la censura.
Si tú, inocente persona con opinión propia, te dignas a comentar algo en relación a SUS TEMAS...
Como pienses que tienes libertad de expresión siendo tan ingenuo como para publicar algo que ellos consideren que es "suyo"...
La cagaste.
Una turba enfurecida te busca, te encuentra, te ridiculiza y te echa a los lobos. Lobos que son ellos mismos aplaudiéndose y lamiéndose sus partes como gesto de autocomplacencia.
"Cómo le estamos dando su merecido".
Muchos, además, ejercen esa censura tachándote de nazi, facha o comunista. Los términos totalitarios les encantan.
Te insultan con lo más totalitario que encuentren al otro lado del espectro político en el que ellos consideran que están.
La gracia es que precisamente los regímenes totalitarios son los que, ante la total y absoluta carencia de argumentos, terminan arguyendo la censura. Irónico.
Esto se está convirtiendo en un campo de minas con muchas, muchas, muchas minas.
Yo quiero opinar. Quiero debatir, argumentar y contraargumentar.

Por tener una banderita de México en el perfil no eres más mexicano que yo.
Por tener un perro no tienes una opinión mejor que la mía en cuanto a animalismo.
Ser vegano no te da el derecho divino a poder hablar de lechugas más que uno que haya desayunado jamón.
Lo mismo con cualquier tema SIEMPRE Y CUANDO tengas argumentos fundamentados.
Si no te gustan algunas opiniones, opina también diciendo por qué. Argumenta.
Dime por qué soy tonta, pero no me digas tonta sin más.
También existen estas "sectas temáticas" que tratan de destruir. Pero no debemos sucumbir a su fanatismo.
Eduardo Prieto Escobar.

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